CON HAITÍ 10 AÑOS DESPUÉS
10 años después del terremoto que arrasó Haití y que dejó alrededor de 350.000 personas muertas, un número similar de heridos y más de 1,5 millones de haitianos y haitianas sin hogar, este país centroamericano sigue siendo un ejemplo de fuerza y lucha. Ni siquiera una segunda catástrofe natural en octubre 2016, como fue el huracán Matthew, pudo detener este espíritu de superación. Haití resiste y sigue dando pasos para demostrar que es un pueblo fuerte y con ganas de seguir trabajando para reconstruir el país con el que sueñan.
Desde que el terremoto irrumpió en la vida de la población haitiana, desde Entreculturas, y junto a varias organizaciones locales como Foi et Joie Haití, hemos acompañado a la población haitiana a levantarse y ofrecer un futuro a sus ciudadanos y ciudadanas. En un primer momento nuestro trabajo se centró en hacer frente a la emergencia más inmediata, cubriendo necesidades básicas de la población: reconstrucción, seguridad alimentaria, apoyo psicosocial, kits de higiene y educación de emergencia en campos de desplazados.
(Fotografías: Sergi Cámara)
Actualmente las necesidades han cambiado y nuestra máxima aportación es través de la educación, una herramienta fundamental para la reconstrucción del país y para la construcción de paz. De la mano de Fe y Alegría Haití, llevamos a cabo siete proyectos de cooperación, ayudando a mejorar la calidad de vida de cerca de 11.000 personas entre las que se incluyen alumnado, profesorado y sus familiares.
Entre nuestras acciones se encuentra la de asumir el pago de salarios del personal docente y su formación, ante el incumplimiento del compromiso del Ministerio de Educación de Haití y como parte de la apuesta institucional para garantizar una educación de calidad a niños, niñas y jóvenes de nuestros centros educativos.
Alicia López, expatriada de Entreculturas en Haití, comenta que “nuestra propuesta es de mucha cercanía. Estamos aportando con proyectos, con propuestas, con posibilidades de financiación en cosas que normalmente no se hacen como los salarios de los docentes, estamos apoyando a Fe y Alegría para que en el contexto de dificultad pueda seguir trabajando”.
Un trabajo dirigido a acortar la brecha educativa existente en Haití y que coloca a cerca del 50% de los niños y niñas haitianas en edad de escolarización fuera de las aulas y a 1 de cada 2 haitianos y haitianas de 15 años o más sin alfabetizar, según el último informe (2018) de la ONU. Cifras que resultan paradójicas si tenemos en cuenta que Haití fue pionero en la región en la promulgación de una Ley de Educación Obligatoria.
En este contexto, Entreculturas y Fe y Alegría han ido creciendo en estos 10 años y fortaleciéndose mutuamente. Tal y como explica Pilar López-Dafonte, responsable de Acción Humanitaria de Entreculturas “Fe y Alegría pasó de tener escuelitas dentro de los campos de refugiados a tener escuelas permanentes. A día de hoy las 17 escuelas se han convertido en un actor educativo de referencia en el país”, esto tomando en cuenta que cerca del 90% de la educación es privada y el valor añadido de Fe y Alegría es aportar al sistema educativo estatal la oferta de escuelas públicas en zonas muy afectadas o desfavorecidas.
Con los años, nuestro campo de acción ha ido ampliándose poco a poco hasta incorporar otras líneas de trabajo para la mejora de la calidad educativa, como son la ampliación de escuelas y reconstrucción de centros educativos, formación de docentes y educación técnica de jóvenes para la reconstrucción. También hemos incorporado proyectos específicos contra la violencia de género en los espacios educativos, la transversalización de la equidad de género en programas curriculares, el respeto al medioambiente como un reto del centro educativo y el trabajo por la valorización y defensa de la cultura haitiana.
En este tiempo hemos pasado de dos escuelas Fe y Alegría a contar con 17 centros públicos con más de 200 docentes que ofrecen educación primaria y secundaria, llegando a cerca de 5.000 estudiantes en 5 departamentos del país.
Un pueblo luchador que apuesta por su futuro
Haití es conocida como la primera “república negra” independiente tras la colonización y el primer territorio de América que encabezó un movimiento revolucionario para abolir la esclavitud. El pueblo haitiano es conocido y reconocido por su capacidad de lucha y resistencia frente a los bloqueos económicos, dictaduras y conflictos internos, que han provocado que hoy en día sea el país más empobrecido de América.
A esta circunstancia se suman las cíclicas crisis políticas y sociales que se han agudizado en 2018, año en el que la población haitiana salió a las calles para exigir sus derechos ante unas medidas de gobierno insuficientes que poco han aliviado las necesidades de su gente. Las manifestaciones se tornaron violentas en muchas ocasiones, extendiéndose hasta finales de 2019, lo que ha traído como consecuencia que cerca de mil personas hayan sido heridas gravemente, una inflación desmedida, falta de suministros y agravamiento de la crisis alimentaria.
A día de hoy, continúa la crisis sociopolítica y se prevén más revueltas en el país, al no haberse encontrado una solución que dé salida a los problemas sobre los que la población viene protestando en el último año y medio.
A pesar de todas las dificultades, el pueblo haitiano sigue apostando por su futuro. Es un pueblo fuerte y con ganas de seguir trabajando para reconstruir el país con los recursos disponibles y la fuerza que les caracteriza. Quieren trabajar, poder conseguir alimentos en los mercados y quieren que sus hijos e hijas vayan al colegio, porque saben que la educación es la única manera de poder enfrentar cualquier adversidad, incluso las que les presenta la naturaleza.
Seguimos construyendo futuro. Seguimos con Haití.
* Le comunicamos que, en cualquier momento, usted puede ponerse en contacto con Entreculturas para solicitar información sobre este proyecto y sus resultados.