El municipio de San Pablo sufrió con vehemencia los efectos del conflicto armado en los primeros años del nuevo milenio. Gran parte de su población fue víctima de asesinatos, masacres y despojos; más de 20 mil personas se desplazaron forzosamente desde la zona rural.

Desde el año 2012, el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) en unión con otras organizaciones a nivel local, viene acompañando un proceso de restablecimiento socioeconómico con 130 familias retornadas de varias localidades de este municipio. Si bien, se ha hecho un importante énfasis en el desarrollo de capacidades productivas de las familias y de capacidades políticas de sus organizaciones de base, se considera importante profundizar en un acompañamiento psicosocial que propenda por la reconstrucción del tejido social y la reconciliación con el entorno. A través de un proceso de acompañamiento psicosocial para la reconstrucción de la memoria de las comunidades, del nuevo significado de los espacios públicos que antes fueron escenarios de violencia, la promoción de la convivencia pacífica y el fortalecimiento de redes de apoyo familiares y comunitarias, se pretende contribuir a la superación de los efectos negativos generados por el desplazamiento forzado, el restablecimiento de condiciones para el ejercicio de la ciudadanía y la reconstrucción del tejido social en la comunidad acompañada.