La inseguridad mantiene suspendido el trabajo de Entreculturas y el JRS en RD del Congo

Para entender este conflicto tenemos que remontarnos a la famosa crisis de refugiados de los Grandes Lagos. El genocidio ruandés de 1996 provocó una avalancha de refugiados a República Democrática del Congo (aún llamada Zaire). El entonces presidente, Joseph-Désiré Mobutu no supo manejar esta crisis y, tras su huida, el líder rebelde Laurent-Désiré Kabila se proclamó presidente en 1997.

 

En agosto de 1998 comenzaba la devastadora Segunda Guerra del Congo, el conflicto que más vidas ha costado en el mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los que eran aliados de Kabila, junto con Ruanda y Uganda. se pusieron en contra de su régimen, y tropas de Zimbabwe, Angola, Namibia, Chad y Sudán prestaron apoyo al gobierno de Kinshasa. El conflicto tomó fuerza en el este del país, rico en recursos minerales como el coltán (usado para la fabricación de teléfonos móviles y otros productos electrónicos). Kabila fue asesinado en enero de 2001 y el nuevo presidente, su hijo, firmó un acuerdo de paz para finalizar la guerra. Este acuerdo dejó el país en una paz inestable, ya que diferentes grupos rebeldes -como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda, que actúa en la región de los Kivus-, siguen activos.

Esta crisis, olvidada por la mayoría de la comunidad internacional, ha afectado a millones de personas. Como en la mayoría de los conflictos, la población congoleña se ha visto obligada durante años a abandonar sus hogares huyendo de los grupos rebeldes que cometen crímenes contra la humanidad.
La situación humanitaria en Kivu del Norte se deterioró, aún más, durante todo el mes de noviembre como consecuencia de la violencia por parte del Movimiento 23 de marzo (M23), uno de los principales grupos rebeldes, apoyado por el Gobierno de Ruanda y Uganda, según un informe reciente del Grupo de Expertos sobre la República Democrática del Congo, pero negada por Kigali y Kampala. El M23 se hizo con el control de Goma, capital de la Provincia de Kivu Norte, el 20 de noviembre causando el desplazamiento de más de 200.000 personas.

 

A raíz de las conversaciones entre los líderes gubernamentales de la Conferencia Internacional sobre la Región de los Grandes Lagos, el movimiento rebelde accedió a retirarse a 20 kilómetros de la ciudad de Goma, a cambio de la apertura de negociaciones directas con el gobierno congoleño.

El trabajo de Entreculturas en R.D. del Congo

ENTRECULTURAS trabaja en la zona desde 2008 en coordinación con otras ONGD europeas de los jesuitas integradas en la Red Xavier. Todas han apoyado el trabajo del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), que ofrece servicios educativos a las personas desplazadas y refugiadas por la guerra, principales víctimas de este conflicto. El JRS comenzó a trabajar en Kivu del Norte en 2008, en los campamentos para personas desplazadas cerca de Goma. Tras el cierre repentino de los campamentos en septiembre de 2009, el JRS siguió a las personas a sus lugares de origen y a los lugares de nuevos desplazamientos. El JRS trabaja actualmente en dos áreas de Kivu del Norte: los distritos de Masisi y Mweso, y ha expandido sus servicios a otros campos de desplazados improvisados, donde se ofrece educación formal e informal y asistencia de emergencia tanto a los desplazados internos como a las comunidades locales.

En la actualidad, en Goma, las organizaciones humanitarias y organismos internacionales siguen trabajando para dar una respuesta humanitaria coordinada y eficaz a las necesidades urgentes de mujeres, menores y hombres recientemente desplazados por los enfrentamientos. El suministro de alimentos, servicios médicos y la reanudación de los centros de salud que han sido saqueados son las más altas prioridades de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). El JRS trabaja junto a OCHA y otros actores humanitarios para ofrecer asistencia inmediata a las personas desplazadas.

 

 

 

En Masisi y en los campamentos de desplazados internos en Lushebere y Bukombo, el Servicio Jesuita a Refugiados ha decidido cesar su actividad debido a la gran sensación de inseguridad que allí se está viviendo. En la zona de Mweso, también por razones de seguridad, los programas de educación formal e informal del JRS y la asistencia a las personas vulnerables siguen suspendidos. Según la oficina de UNICEF en RDC, más de 600 escuelas han sido destruidas o han sido objeto de vandalismo en la región del Kivu debido a la inestabilidad provocada por la presencia de varios movimientos armados, que, además de luchar unos contra otros, intimidan y aterrorizan a la población. El mobiliario escolar y los libros de estudio se están utilizando como leña.

En medio de la escalada de violencia en Masisi y la gran necesidad de protección y asistencia humanitaria a la población desplazada, el Servicio Jesuita a Refugiados pide:

  • A la comunidad internacional, ejercer presión sobre el gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) y las Región de los Grandes Lagos para detener inmediatamente la violencia de los grupos rebeldes que aterrorizan Masisi, con la misma determinación utilizada para reducir la rebelión M23;
  • A las autoridades de la República Democrática del Congo, garantizar la protección de la población civil en los alrededores de Masisi y reforzar la presencia militar en la zona, para promover eficazmente la convivencia pacífica entre los hunde y las comunidades hutu y para erradicar las causas profundas del conflicto y los intereses de los grupos armados;
  • A la Misión de las Naciones Unidas de Estabilización en la República Democrática del Congo (MONUSCO), garantizar la protección de los civiles de los ataques armados llevados a cabo por los grupos rebeldes;
  • Y a la Conferencia Internacional sobre la Región de los Grandes Lagos (ICGLR), participar de manera efectiva en los esfuerzos diplomáticos para poner fin a las incursiones violentas del M23, pero también de los numerosos grupos rebeldes armados presentes en Masisi.

 

 

 

Mientras tanto, a la espera de poder retomar los trabajos de atención de emergencia y de asistencia educativa a las personas refugiadas de Kivu, Entreculturas ha abierto esta cuenta bancaria para ir recaudando fondos:

(Referencia: Emergencia Congo)

Banco Santander: 0049 0496 83 2010197161

 

Otra forma de colaborar es a través de esta plataforma: 

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Si quieres destinarlo a Entreculturas, al proyecto de apoyo a las personas refugiadas del Norte de Kivu, infórmate aquí