Geanni Ramos, trabajadora del IGER: “En Guatemala, hay luces de esperanza”

La participación social en las últimas elecciones guatemaltecas ha representado el 60% de la población total. Tras la segunda vuelta, las papeletas dieron como ganador a Otto Pérez Molina, candidato del Partido Patriota (PP) con un 53,74% de los votos. Su competidor, Manuel Baldizón, del Partido Libertad Democrática Renovada (LIDER), obtuvo el 46,26% de los votos.

 

 

Otto Pérez Molina sustituye al actual socialdemócrata Álvaro Colom y se convierte así, en el primer militar en ostentar la presidencia en democracia. Su programa electoral dedica dos apartados a educación: “Estrategia pequeños preparados” y “Estrategia Jóvenes Protagonistas”. La primera, cuenta con seis objetivos claramente definidos:

1.       Se establecerá una primera infancia segura mediante la formación de madres, donde el Estado proveerá a las escuelas de vacunas y suplementos nutritivos.

2.       Una pre-primaria fortalecida creando escuelas bilingües y formando a docentes.

3.    Una primaria inclusiva y eficaz donde se pretende crear ambientes amigables y asegurar la calidad educativa.

4.       Proveer a las escuelas de recursos necesarios, alimentación, textos, pupitres.

5.       La promoción de la cultura, el arte y los valores del pueblo en las escuelas.

6.     Y, finalmente, estimular a la sociedad y a los municipios a participar y comprometerse con el desarrollo y la educación de los niños.

Por otro lado, la “Estrategia Jóvenes Protagonistas”, pretende dotarles de la educación y capacitación necesaria para entrar en el mercado laboral. Se establece una obligación escolar hasta los 16 años, y se promoverán las becas para que jóvenes con bajos ingresos puedan continuar sus estudios superiores si lo desean.

Desde Entreculturas, conocedores de la realidad social de Guatemala gracias a las organizaciones locales con las que trabajamos mano a mano en nuestros proyectos educativos, queremos trasladar al nuevo gobierno la urgencia de poner en marcha esas medidas para generar lo antes posible un punto de inflexión a partir del cual la educación se convierta en motor de cambio y de desarrollo.

Una de esas organizaciones locales con las que trabaja Entreculturas en Guatemala es el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica (IGER). Geanni Ramos, trabajadora del IGER, visitó nuestra oficina hace unas semanas para hablarnos de la labor de esta institución que, a día de hoy, atiende a cerca de 30.000 alumnos a través de sus programas de educación por radio. Con este método -y gracias a la colaboración de muchos maestros y maestras voluntarias en sus comunidades-, la población rural puede recibir educación.

 

 

 

Según Geanni, “en Guatemala hay luces de esperanza”. Cada año, la solicitud de menores que quieren acceder a una educación primaria es mayor, aunque queda camino, ya que solo el 80% acuden a la escuela. La situación social de Guatemala es difícil. En ocasiones, la delincuencia y el narcotráfico, son terrenos atractivos para los jóvenes al ver la posibilidad de conseguir dinero fácil y rápido. Ante esto, el IGER procura ofrecerles una alternativa y darles la oportunidad de educarse a través de la radio, y aunque no es fácil hacerlo desde lejos, está teniendo resultados positivos, con gran demanda de inscripciones. El IGER pretende ser un espacio de oxígeno para Guatemala, contribuyendo a su desarrollo desde la educación.