Andalucía apuesta por la educación como motor de la cooperación descentralizada

 

El acto contó en su inauguración con la presencia de José Luis Pérez, Viceconsejero de Administración Local y Relaciones Institucionales de la Junta de Andalucía, quien recalcó que "la educación es un elemento imprescindible para que pueda haber desarrollo y transformación social, y por lo tanto necesita una inversión continuada", concluyendo que la Junta de Andalucía, no va a renunciar a ello a pesar de los tiempos difíciles y haciendo una llamada a todas las ONGD para que participen en la elaboración del nuevo Plan Director de Cooperación al Desarrollo de Andalucía.

El acto también recogió las aportaciones de Luis Arancibia, Director Adjunto de Entreculturas, que planteó la educación como la mejor inversión de futuro para acabar con la pobreza; y de Pedro Caldentey, Director Ejecutivo de la Fundación ETEA, que reflexionó sobre la eficacia de la ayuda, el gran reto de la cooperación al desarrollo en tiempos de crisis. Completaba la presidencia de la mesa inaugural el Director de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo, Enrique Centella.

La Conferencia inaugural corrió a cargo de Silvio Gutiérrez, Director Ejecutivo de Fe y Alegría Nicaragua, que bajo el titulo "Expandiendo Oportunidades a través de la educación", puso de manifiesto la importancia de la educación para transformar la sociedad -las escuelas cambian el mundo- y que la ayuda oficial al desarrollo, proveniente de las administraciones públicas y los actores sociales, sigue siendo necesaria y generando oportunidades en América Latina, Asia y África, ofreciendo a millones de personas una oportunidad real de desarrollo humano sostenible.

"Los recortes y la situación de crisis no pueden enfrentar a los pobres de aquí y los pobres de allí".

Todos los participantes señalaron que la cooperación es una política pública que nos beneficia a todos y todas en un mundo globalizado, y que no debemos oponer las necesidades de aquí con las necesidades que existen en el mundo. En este sentido, la cooperación andaluza debe comprometerse con los valores de la solidaridad y de la justicia sin fronteras pese a que vivamos en tiempos de crisis. Esta crisis puede ser incluso una oportunidad para renovarse y crear una red colaborativa, con el apoyo de las estructuras de coordinación local, cercanas a la ciudadanía. Así, la jornada se ha establecido como un punto de partida para futuros encuentros que como el de hoy, ayuden a esclarecer y mejorar el papel de Andalucía en la cooperación al desarrollo.

 

Las dos mesas redondas que han completado este seminario, han sentado las bases para que las propuestas de las ONGD y las administraciones locales sean más fructíferas para la cooperación al desarrollo. Representantes de la Coordinadora Andaluza de ONG de Desarrollo, el FAMSI o la Fundación Alboan entre otras, han coincido en la necesidad de que el Nuevo Plan Director represente un modelo singular e inclusivo, que integre la visión sur. Que se configure como un documento participativo y compartido, asumible por la totalidad de los actores, donde fundaciones, universidades, administraciones públicas, ONGD y la ciudadanía en general puedan reconocerse. Un Plan que vaya más allá de la tecnocracia, que resguarde una agilización de los mecanismos de gestión y que se identifique con unas pautas y metas comunes de la cooperación andaluza.

El debate y la reflexión se vieron reforzados con la presentación del informe "División del trabajo y complementariedad en la cooperación andaluza al desarrollo: la educación en el período 2006-2010", realizado por Entreculturas en colaboración con la Fundación ETEA. Este informe pone de manifiesto la situación preocupante de impagos que padecen las ONGD, así como la reducción presupuestaria que la cooperación internacional ha sufrido en los últimos años tanto en el contexto nacional como en el ámbito regional y local. Todo ello, cuando existe un amplio consenso internacional acerca de que la cooperación en educación es clave para salir de la crisis y que el acceso a la educación amplía el acceso a otros derechos y favorece el progreso conjunto de la sociedad.