Día del Trabajo: promoviendo el empleo para las personas más vulnerables

  • El Salvador

Cada día más de 90 jóvenes asisten al Centro de Formación Técnica de Fe y Alegría en Santa Ana, en San Salvador, con el objetivo de recibir una formación integral que asegure su inserción en el mercado laboral. Este centro es parte del programa de Formación para el Empleo que desde Entreculturas impulsamos en 21 países de América, África y Europa, gracias al apoyo de Accenture*.

La formación en competencias para el empleo es uno de los pilares fundamentales de la iniciativa. Los alumnos y alumnas pasan por dos niveles formativos: el de competencias básicas y transversales (como Comunicación, Gestión de personas, Creatividad e innovación, Negociación, Orientación al cliente y al logro…) y el de competencias específicas, que tienen que ver con la especialidad técnica de cada estudiante (como Microemprendimiento, Gestión de riesgos laborales, Gestión integral de ventas o Gestión logística). Pero no solo queremos formar a los estudiantes, sino asegurar la calidad de dicha formación. Por eso, la medición del impacto constituye una parte esencial de nuestro trabajo: a través de un sistema de simuladores online, medimos la mejora en el aprendizaje que los alumnos y alumnas han experimentado después de la formación en competencias. 

Desde su comienzo, más de 151.000 personas han formado parte de los cursos de formación técnica y de competencias básicas y transversales para el empleo, así como de las actividades destinadas a facilitar la inserción laboral de los estudiantes. Y, a día de hoy, hemos comprobado que más de 60.200 estudiantes han mejorado en dos o más de las competencias en las que se han formado.

El otro gran pilar del programa es el fomento de la inserción laboral de los estudiantes. En este sentido, nuestro trabajo pone el foco en la mejora de la intermediación entre los centros de formación y el mundo laboral. Los centros están logrando mayores y mejores contactos con las empresas y, fruto de ello, ya son más de 60.400 los jóvenes que han logrado encontrar un empleo. “La ventaja de nuestro centro de formación”, nos cuenta Areline Guzmán, trabajadora social en Santa Ana desde hace 7 años, “es que damos la acreditación a los jóvenes para que puedan trabajar. Después de las prácticas, ya tienen las condiciones necesarias para entrar al área laboral y, en su mayoría, las empresas los contratan porque son chicas y chicos certificados. Por eso hay una inserción laboral bastante buena en el centro Santa Ana.”

Los resultados son importantes, pero no lo son menos los procesos que los sostienen. El principal logro de estos años de trabajo conjunto ha sido la consolidación de una manera de trabajar basada en procesos que cuidan la gestión del cambio y se basan en el acompañamiento cercano de las personas, en el apoyo a la hora de resolver sus dificultades, en la transferencia de capacidades y en hacer protagonistas a las personas que participan en el programa. Todo ello con la única idea de conseguir que los logros obtenidos se sostengan en el tiempo y seguir aportando a las vidas de personas como Joseline, alumna de mecánica y soldadura el El Salvador: "Cuando conocí el programa me emocioné porque tenía que ver con mi bachillerato. Nunca me imaginé poder estar en un centro así donde me enseñen lo que a mí me gusta."

* El programa cuenta con una aportación de 3,8 millones de dólares por parte de Accenture y se está llevando a cabo en 21 países junto a Fe y Alegría en Latinoamérica y África, el Bachillerato Pedro Arrupe en México, Radio ECCA en España y el Servicio Jesuita a Refugiados en Uganda y Sudáfrica.