Nuevos VOLPAs en Perú, Honduras y Venezuela
Aurora García Gómez
VOLPA en Honduras
Me llamo Aurora y, aunque soy de Santander, llevo tiempo viviendo en Valladolid. De hecho, fue allí donde entré en contacto con Entreculturas y, a través de la información de su página web, me convenció totalmente su postura y sus objetivos, fundamentalmente, por el tema de la educación, ya que yo soy profesora.
Tal era mi interés que inicié la formación VOLPA, algo que me gustó mucho por el hecho del hincapié que se hacía en el crecimiento de la persona y en la importancia de saber compartir. Aprendí cosas de mí misma, aprendí a mirar al Sur, a mirarme a mí y a saber por qué quería salir fuera.
Ahora bien, siendo sólo VOLPA no me sentía totalmente parte de Entreculturas, y yo quería involucrarme más, así que hablé con la gente de la Delegación y les pedí que si podía formar parte de su equipo. Ellos me acogieron encantados y, desde entonces, he trabajado en ella en materia de sensibilización y de movilización. Ahora sí que me siento totalmente integrada pues, desde la Delegación, entiendo mejor cómo funciona Entreculturas.
El 26 de abril me marcho a Honduras. Es mi primer viaje largo al exterior por lo que lo vivo con bastante inquietud, pero también con muchísimas ganas. Voy a estar dos años y, claro, me da miedo... como todo lo desconocido. Pero he hablado con gente que está allí o que conoce el país y eso me ha ayudado mucho. No tengo mucha idea de qué voy a hacer. De momento, procuraré adaptarme a las nuevas circunstancias, pero, en principio, me han explicado que trabajaré en la formación de jóvenes en el marco del proyecto ERIC (Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación), apoyado por Entreculturas.
A mi vuelta, aunque no sé qué será de mi vida, tengo pensado seguir en la Delegación de Valladolid... quiero aportar aquí todo lo que aprenda de allí.
José Luis Donat
VOLPA en Perú
Me llamo José Luis y actualmente soy voluntario de la Delegación de Valencia. He pedido un año de excedencia en mi trabajo y me voy a pasarlo a Perú. En mi caso, ya había tenido tres experiencias cortas anteriormente en Cuba, Ecuador y Colombia, y después de cada viaje te queda siempre el gusanillo de querer viajar... así que, a raíz de ahí, y junto con mi inquietud por entrar en contacto con alguna ONG, descubrí Entreculturas. Me puse en contacto con la organización y la verdad es que me gustó mucho su filosofía, sus principios y su forma de actuar.
Me inscribí en el curso de "Acercándonos al Sur" y me formé como VOLPA de Entreculturas. De este modo, paralelamente al voluntariado en la Delegación, pude acercarme más al día a día de la ONGD.
El 15 de abril me marcho a Perú. Quizás, lo que más me está costando es el tema de las despedidas... a veces tengo ganas de montarme ya en el avión y de que pase todo para poder concentrarme en esta nueva etapa.
En Perú, según me han contado, voy a trabajar con niños y niñas de la calle, de 13 a 17 años, y también con personas discapacitadas psíquicas, dedicándome al refuerzo escolar, actividades de recreación, ocio y tiempo libre, talleres de formación, etc. Todo ello, en el marco de Fe y Alegría, el socio local de Entreculturas en el país. La verdad es que me apetece muchísimo este viaje porque me encantan los niños y, además, aquí en España yo trabajo con personas discapacitadas.
Creo que va a ser una gran experiencia. Espero que la vuelta a España no me cueste tanto como en las otras ocasiones... porque es duro readaptarse a nuestra vida normal, con todos nuestros privilegios. Pero merece la pena.
Mariana del Moral
VOLPA en Venezuela
Me llamo Mariana y vivo en Madrid. Conocí Entreculturas a través de Internet, buscando información sobre ONG que llevaran a cabo proyectos de desarrollo. De ese modo, descubrí los programas formativos de voluntariado y decidí apuntarme al programa VOLPA.
El proceso formativo me pareció espectacular. Creo que es una preparación muy buena, que te ayuda a descubrirte a ti mismo, a conocer los motivos reales por los que quieres viajar al Sur, y, además, la relación humana es de mucha calidad, tanto entre los formadores como entre la gente que habíamos coincidido en el programa. Me convencieron mucho los principios y, definitivamente, me animé a tener una experiencia en el Sur.
Me voy a Venezuela durante un año, en principio, aunque quizás lo prolongue a dos. Se trata de un proyecto de promoción social y participación comunitaria en el marco de la comunidad indígena de los Caíñas. Tiene una parte de estudio de necesidades, otra de promoción de líderes locales, otra de dinamización y propuestas de ocio para niños y niñas y, finalmente, una parte de trabajo con mujeres. Sinceramente, parece sumamente interesante.
Siempre hay un poquito de susto, sobre todo ahora que hay que pasar la etapa de las despedidas, pero me imagino que en cuanto llegue allí estaré totalmente motivada. Tengo muchas ganas de llegar, de ver cómo es todo aquello, de ver cómo soy yo en medio de esa realidad... Me apetece mucho.