Miquel Cortés sj: “En las zonas rurales estamos siempre en crisis crónica”

-¿Cómo han sido estos primeros nueve meses como director de Fe y Alegría en Guatemala?

Ha sido aterrizar en paracaídas. Pero, sobre todo, ha sido un tiempo de mucha negociación, de diálogo, de encontrar puntos de encuentro, de conocer los diferentes actores que trabajan en Fe y Alegría, los directores de los centros y maestros y el Ministerio de Educación. Uno de los puntos críticos era que no estaba firmado el convenio con ellos, así que ha sido un tiempo de ir buscando el diálogo, de presentar el trabajo de Fe y Alegría y de trabajar, porque cuando llegué estaba todo parado, había la sombra de que Fe y Alegría en Guatemala se iba a cerrar y entonces la gente estaba en una fase de desánimo, de brazos caídos. Lo que hemos hecho es dar confianza a la gente, ponernos a trabajar y buscar un diálogo con todas las partes, sobre todo el ministerio de educación y con el sindicato.

- ¿En qué tiempo os encontráis en este momento?

Estamos en un tiempo de resurgimiento y de relanzamiento. Lo más importante es que en este tiempo las escuelas han funcionado siempre, no han dejado de trabajar. Son 47 escuelas en Guatemala, muchas de ellas se encuentran en una zona rural, donde los maestros tienen una vocación muy fuerte, dan la vida, a veces caminan una hora cada día hasta llegar a la escuela y dedicar su tiempo a las escuelas bilingües. El trabajo ha sido nuestra garantía, porque no se ha parado. Hemos intentado inyectar de nuevo motivación y esperanza, porque la causa que nos mueve es mucho mayor que el conflicto que haya podido haber. Detrás de estas escuelas hay más de 12.500 alumnos, niños y niñas, muchos de los cuales están en riesgo social, en riesgo incluso de salud: hemos tenido problemas de desnutrición... Ante esta realidad no puedes rendirte, y no nos hemos rendido. Y gracias a ello, hemos salido adelante. En esta lucha ha habido momentos en que nos hemos sentido que estábamos en un túnel, la noche oscura que diría San Juan de la Cruz, pero en la noche oscura siempre hay algunos rayos de luz que nos mueven a seguir. Y hemos seguido y hemos finalizado el año exitosamente diría.

- ¿Cuál es la política educativa del actual gobierno de Guatemala y cómo afecta ésta a las 47 escuelas de Fe y Alegría?

Estamos en un gobierno socialdemócrata, cuando veníamos de uno de políticas de derecha, aunque son mentalidades distintas. Este gobierno está mirando la política social como un hecho de justicia, no de asistencialismo como se había visto en el anterior. Aunque quizá tiene un toque electoralista ya que están preparando el recambio de cara a las elecciones del 2011. En Guatemala no hay una tradición de partidos fuertes y consolidados, sino que los políticos se aglutinan en torno a las elecciones y conforman sus partidos. El Ministerio de Educación ha propiciado en este gobierno la Ley de Gratuidad -puesta en marcha a finales del 2008- una medida muy interesante, y ha apostado por la universalidad de la educación, y esto es muy bueno y encaja con las políticas de Fe y Alegría, porque nosotros también ofrecemos educación pública, de gestión no gubernamental si se prefiere, los nuestros no son colegios privados, religiosos... Es educación pública, y por lo tanto tenemos que trabajar en las mismas condiciones que los colegios estatales, pero se nos permite dar una pedagogía, metodología y estilo propio, que es el de Fe y Alegría. Ahora los padres no colaboran económicamente, pero sí de otras formas. Nosotros creemos mucho en que en nuestros centros se formen comunidades educativas, y para ello hay que articular los diferentes actores que intervienen: los alumnos, los docentes y los padres de familia, y este es un proceso de co-gestión educativa. Y en cada escuela tenemos una asociación de padres y madres de familia, que se llaman APAMCES, con personalidad jurídica, directiva y estructura, y desde allí intentamos desarrollar las políticas sociales de los centros, la promoción social, y para ello la participación de los padres y madres es fundamental.

- ¿Y la universalidad de la educación en qué se ha plasmado?

Han hecho un esfuerzo para que haya un mayor aumento de matrículas, de escolaridad. En este sentido, en las escuelas de Fe y Alegría estamos previendo un aumento del 12-15% del número de matrículas. Sobre todo el aumento de la escolarización se ha dado en las zonas rurales. Las zonas rurales en Guatemala están muy desatendidas: son zonas indígenas, donde la niñez pasa situaciones difíciles de pobreza y desnutrición, y muchos de estos niños tienen que hacer trabajo infantil. La apuesta de tener a los niños y niñas en la escuela es importante. Y no sólo tenerlos en la escuela, sino que aprendan. También se trabaja para evitar la deserción, sobre todo la de las niñas, porque a partir de los doce años a muchas niñas las sacan de la escuela para que cuiden a sus hermanos, hagan labores del hogar, recojan leña... La política de gratuidad y universalidad ha ido acompañada de una política de incentivación a las familias: a través del programa "Mi familia progresa" el gobierno da un bono económico de unos veinte euros al mes a la familia para que lleven a los hijos a la escuela. Es una medida que también se hace en otros países de Centroamérica: dar a las familias más desfavorecidas de la zona rural incentivos en el tema de la educación, en salud... En Guatemala estos fondos los maneja la primera dama, que parece ser que va a ser la candidata a las próximas elecciones.

- ¿Cuál es la relación que vivís día a día en las escuelas de Fe y Alegría entre la desnutrición y el rendimiento escolar?

Afecta muchísimo: un niño con hambre, en primer lugar, no tiene un desarrollo biológico y fisiológico normal. Y en segundo lugar, viene dormido, no tiene motivación ni energía... Por tanto, afecta en la capacidad de captación, entendimiento y desarrollo cognitivo.

- El programa de apoyo nutricional a 2.300 niños y niñas que Fe y Alegría, apoyado por Entreculturas, ha iniciado en Guatemala, ¿qué efectos directos tiene sobre los escolares?

Tiene un doble efecto. El primero, y por el que queremos luchar, es que no sigan desnutridos: se les da una galleta que tiene una fórmula nutritiva y un jugo vitaminado, que contienen el 30% de las necesidades energéticas diarias. Y además, este hecho tiene un efecto de incentivo: "voy al colegio porque me dan de comer", no sólo por aprender. Así que tiene un doble efecto: estás dando una mayor capacidad de desarrollo fisiológico de los niños y niñas y, a la vez, haces que acudan a la escuela con motivación y que les guste ir.

- ¿En qué medida estáis notando la crisis económica mundial?

La notamos a nivel de macroeconomía, en el sentido de bajada de intereses, es muy difícil acceder a préstamos, las remesas han bajado de promedio entre un 10 y un 12%, etc. Pero en la vida de los más pobres no afecta porque siempre están en crisis, en la zona rural la globalización llega muy poco, donde más se siente es en las áreas marginales de las ciudades porque allí no hay trabajo, igual que pasa aquí en España. Pero en las zonas rurales siempre están en crisis. Aquí a lo mejor algunas familias no pueden hacer vacaciones, pero es que en el campo nunca nadie hace vacaciones. Allí estamos en una crisis crónica. Desde la conquista la expoliación ha sido continuada, hoy la expoliación no se llama imperio español pero se llama multinacionales. En Guatemala tenemos empresas españolas que "hacen las américas". Estas empresas han de tener una responsabilidad social e histórica. No es fácil regularlo pero con medidas como la participación de capital guatemalteco, que haya trabajo y se pague dignamente el salario, que haya beneficios sociales para la gente, etc., puede subsanarse en parte esta deuda histórica.

- ¿Qué mejoras ha visto que se han producido en Fe y Alegría Guatemala?

Hemos mejorado mucho en calidad educativa: en mejorar los procesos de aprendizaje, sobre todo en la formación docente y capacitaciones, hemos mejorado en las TIC´s a través de las aulas telemáticas, hemos mejorado la cobertura educativa con más aulas y mejores, y estamos mejorando también la acción pública de Fe y Alegría, es decir, incidiendo en las políticas públicas del Estado. De hecho, desde Fe y Alegría hemos contribuido en el currículum nacional base, que es el documento que rige la educación guatemalteca, y en los Programas Educativos Institucionales, los PEIs, que cada centro tenga su programa educativo. A nosotros nos interesa que la educación estatal capte las mejoras y los puntos fuertes de Fe y Alegría, el Estado no es un competidor para nosotros, se trata de ser aliados, porque un fin último nos une que es el de mejorar la educación: una educación para todos y de calidad, recuperando el lema del padre Vélaz, fundador de Fe y Alegría: "No hay que dar una pobre educación a los pobres". Al contrario, los pobres quizá necesitan la mejor educación.